“La música es…”
- Noemi Magallanes Coronel
- 10 oct 2020
- 2 Min. de lectura
Hablar de música es hablar de sentimientos y emociones que se instauran en nuestro sistema como parte esencial de nuestra alma; son respuestas de mensajes codificados de experiencias vividas a lo largo de los años.
La música es el arte de abrir nuestro corazón y hacerlo melodía, que canten los pájaros mientras nosotros nos regocijamos con las notas que creamos, el amor, desamor, tristeza, esperanza y expectativa, son centenares, millares y millones de sentimientos que cargamos y transformamos como seres espirituales.
Citaré a Gustavo Cerati “La música es la puerta que abro continuamente, es una de las cosas que más me gustan en la vida y la tengo ahí. Es como una especie de gimnasia emocional e intelectual; y me lleva a un lugar de entusiasmo y locura que pocas cosas me producen”.
Entonces por lo tanto, es un proceso creativo que requiere de una interiorizar para explorar cada partícula de nuestra esencia y transformarla en una nota musical, en una letra compuesta, en una producción audiovisual, etc, etc.
Hoy en día, cuando la tecnología se apodera de nuestro accionar, es cuando más apreciamos el valor de la instrumentación de la música, pero también es cuando apreciamos la practicidad que implica desarrollar este proceso anteriormente mencionado por medio de un programa en una computadora.
Siempre se pregunta: ¿Qué es lo mejor?, ¿Por qué ya no se escucha igual la música?, ¿Es original lo que escucho?, y podrían ser más preguntas, más dudas, y todas tienen una respuesta lógica.
Existe un youtuber que me gusta consumir y le admiro por su capacidad de análisis, prácticamente nos regala clases gratuitas de historia de la música latina, se llama“El Chombo” (productor musical).
En cierto modo, me he inspirado en uno de sus videos para describir estos últimos y por eso mismo, dejaré estas preguntas al aire, para su libre escrutinio, tomando en consideración que tenemos el suficiente tiempo para analizarlas y reflexionar sobre ello.
Yo siempre me he puesto en el lugar del compositor, porque viene siendo como un escritor redactando su cuento o novela; existe un sistema previo de ideas que se construyen con base a las experiencias adquiridas y uno mismo le va dando la forma en la cual queremos transmitir el mensaje y dejar por lo tanto, una huella de nuestro ser interno a los demás.
Así lo veo yo, una mujer de 31 años que algún día fue músico y después decidió emprender el camino de la promoción cultural, para luego darle paso a los medios de comunicación y la creación literaria. La empatía es esencial en este punto, cuando somos creadores de algo, entendemos a la perfección todo las necesidades del artista.
Por eso mismo, cuando no nos dedicamos a ello, hay que ser más comprensivos, escuchar y ponernos en el lugar del artista (en todas las expresiones), en esta ocasión hablo de los músicos y melómanos; cuando alguien nos comparte alguna influencia musical, grupo, género, es como si nos abrieran un pedacito de su corazón, y eso amigos, es invaluable.

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